El hábito del retro o simplemente la vejez están haciendo que últimamente recuerde con algo de nostalgia mi adolescencia. Hago un esfuerzo por acordarme de que no, la verdad que la mayor parte del tiempo la pasé bastante para el culo, gracias.
Tal vez hago mal, y debería, en cambio, olvidarme de lo feo, lo depre, del bodrio inmenso que era la mayor parte del tiempo tener 14 años, y rellenar los huecos ahora con lo que no hice de chica.
Porque mierda, quién puede mirarme a los ojos y decir con toda sinceridad que no se pone contento cuando escucha "Wannabe". Y sí, la escuela era una cagada, pero tomar sol en las gradas el primer día de clases, en pollera y ojotas, era putamente lindo. Así que eso me lo quedo.
Ahora me caen bien mis compañeros de escuela, me aburro un poco menos, no entro en pánico cuando tengo que elegir cualquier cosa, me visto mejor, charlo con gente que no conozco, y hasta me ubico bastante bien por la ciudad. Y no tuve el viaje de egresados que hicieron todos, pero mañana me voy a Neuquén con mis compas y si en una parada nos encontramos con un contingente de adolescentes, cuando nos canten barilobarilobariloche, les vamos a cantar "La internacional".
Eso, mis queridos, sí que se lo voy a contar a mis nietos.